El auto se detuvo frente a ella.
Ella temblaba, sentía miedo,sabía que había caído en la sentencia del destino y ella sola se había colocado ahí.
Miró instintivamente a su la rededor pero no había nadie, ellos lo sabían, ellos ya lo habían anticipado, ellos eran los mejores y por eso ella tenía miedo.
Al final de la vida el último suspiro de instinto te hace buscar una supervivencia; pero ella actuó tarde, su instinto llegó tarde, se había dictado conscientemente a esperar y aceptar las consecuencias, mientras el instinto le dictaba correr, le temblaban las piernas pero estaba dispuesta.
Su instinto le dicto moverse y se movió, pero no había espacio y sólo pudo dar un paso atrás, se detuvo en la pared mientras una pistola a cargo de una mano cualquiera le apuntaba y le disparaba.
Sentir no pudo, recordar tampoco, sólo hubo un instante de piernas temblorosas, instinto tardío y decisiones conscientes.